En las conclusiones del libro Cultura
y sociedad de Raymond Williams quizá uno de los problemas que
enfatiza el autor se debe primordialmente al concepto de “masa” como aglomerado
constituido por un grupo de personas, el cual es el menos favorecido por el
asunto de la cultura. Hace una atenta revisión sobre que las masas se componen
de gente de bajos recursos, pobres, proletariado (en palabras de Marx), y que
estos a su vez son denominados así porque existe la contraparte: la burguesía,
la clase alta. Es un problema, desde luego, de raíz profunda y que para nadie
es oculto. La tan mentada lucha de clases es un fenómeno que no se erradicará
si el individuo por sí mismo, desde su centro personal, no cambia esa
situación. Williams propone la solidaridad como mecanismo que ayude a confrontar
dicho problema. Sin embargo, desde mi perspectiva, el hecho merece atención
desviada de un grupo colectivo para no llamarlo masa. Es decir, repito, el
individuo como parte de un todo, como engranaje social, necesita ese “humanismo”
que en el fondo persigue el autor, para comenzar con un cambio significativo. Lo
que el “populacho” busca es la igualdad de condiciones siempre motivadas por
las carencias que experimentan ante el confort de la clase dominante. El
problema se torna más grave aún. A pesar de que la masa busca un fin común,
equitativo, la renuencia existe por parte de los poderosos. No es sencillo
llevar a buen término esta empresa, ni menos lo es que los acaudalados lleguen
a un grado de solidaridad para con los otros.
El mundo posible que trata de vislumbrar Williams, donde
cuyo agente activo sea la solidaridad entre individuos, debe erradicar de toda
ideología humana la condición de superioridad frente al otro. La democracia
para sobrevivir armoniosamente siempre será afectada por los intereses
personales de unos cuantos y por su falso servicio para con los demás. La idea
de Williams me parece más un sueño que una realidad posible.
Me parece interesante tu último planteamiento: "La idea de Williams me parece más un sueño que una realidad posible", porque considero que, por lo que hemos visto sobre los estudios culturales, hay un poco de realidad, ya que siento que muchas cosas las idealizan para una sociedad perfecta sin capitalismo, e incluso sin mucha veracidad sobre la moral o los valores que tienen los hombres actuales. Sin embargo, creo que hay otros plateamientos en los que aciertan pero desde otro enfoque, y considero que el caso del concepto democracia es uno de ellos, ya que pienso que no es visto como una democracia capitalista, ni si quiera como una democracia griega, sino como una "democracia de masas", es decir, un nuevo concepto que va más allá de lo actual partiendo desde lo que existe en este momento para que sirva de base para algo nuevo que el hombre aún no ha logrado desarrollar. Y desde ese enfoque, considero que no sería sólo un sueño sino una realidad posible, a futuro claro, pero posible.
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