Uno
de los riesgos que corre todo teórico al aventurarse a implementar un nuevo
modelo de estudio, es sin duda, sus detractores. Dicho esto, nadie se salva de
la crítica hacia una nueva propuesta, la cual puede ser a favor o en contra de
algún teórico o, si se quiere, corriente. El caso que ahora tocamos nos dará un
ejemplo más o menos ilustrativo. Si es verdad que los narradores o vates son
materia dispuesta para los ensayistas o críticos, es cierto que también contra
el crítico (por incluir a los teóricos y ensayistas) se hace lo propio.
Homi K. Bhabha emprende un interesante estudio
sobre el postcolonialismo y una manera de abordarlo mediante lo “híbrido” en la
intromisión de una cultura a otra. Esta “hibridez” es el asunto que toma
Antonhy Easthope como pretexto para rebatir el mismo término utilizado por
Bhabha y que según él no queda del todo claro. La hibridez corresponde a la
mezcla, combinación, choque de dos partes disímiles y que resultarían en un
producto nuevo. Ante esto, Easthope se pregunta si la cultura no es ya una
hibridez por sí misma, o que el otro [otra cultura] está también constituido por
una hibridez de otras sustancias. El asunto que no que claro, a todas luces, es
el término. Por otro lado, Marjorie Perloff centra su crítica en el sujeto
histórico que propone Homi k. Bhabha, como sujeto donde la hibridez recae y
funciona. Lo que resalta Perloff es la diferencia, o casi nula explicación
sobre el sujeto histórico.
Estamos frente a dos críticos que señalan
puntos débiles en la obra de Bhabha, aunque me queda la pregunta ¿el teórico
busca dar por sentada una propuesta de manera minuciosa o busca incentivar,
alumbrar, los caminos por donde alguien más seguramente habrá de transitar?
¿Deja cabos sueltos por mero descuido o para que otros se encarguen de tales
hebras?
Me parecen muy interesantes las preguntas con las que cierras, porque creo que al dejar esos cabos sueltos y al plantear algunos de sus conceptos con cierta ambigüedad, Bhabha desaprovecha algunos aspectos de su teoría que la podrían convertir en una tendencia que sirviera para analizar más obras de la actualidad, como los problemas entre migrantes y los ciudadanos de los países a los que llegan y todos los intercambios e imposiciones culturales que se han venido dando con la globalización.
ResponderEliminarEso que llamas ambigüedades puede ser sólo una falta de atención en el concepto. Puedo pensar que el autor no centra sus estudios en lo que la crítica ha tratado de desacreditar. Desde luego, toda teoría es susceptible de ser blanco de las críticas, centrándose ésta, obviamente, en el andamiaje débil. Aunque concuerdo en que sí debió dejar bien establecidos dichos conceptos.
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